Hay días…

Hay días en que el tiempo meteorológico, el aspecto del cielo y del día, parece que condiciona también el espacio interior, igualmente oscuro, triste, nublado; días en que el espíritu se refugia en la melancolía, la nostalgia, la apatía y gusta igualmente de disfrutar o sufrir poesía igualmente melancólica, desgarrada o triste.

Hoy, uno de esos días, mi espíritu empatiza con esta poesía de Julio Cortázar titulada «El Futuro».

Sin más comentarios, escuchadla o leedla si os apetece.

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El Futuro

(Julio Cortázar)

Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro,
la cárcel donde aún te retengo,
ni allí fuera,
este río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.

Toco tu boca

Si en la entrada anterior fue la música, ahora quiero compartir con todas vosotras, con todas las personas que me podáis leer, un poco de poesía para lo que he seleccionado este poema de Julio Cortázar, un fragmento de su obra «Rayuela» (cap.7), titulado «Toco tu boca».

Qué placer cuando una persona amada toca tu boca, muerde tu boca y viceversa, haciendo nacer unas sensaciones, unos sentimientos difíciles de describir a no ser por los grandes poetas, por lo que lo más acertado es probarlo y sentirlo.

Suerte en la tarea y ante la menor duda… repetidlo hasta reconocer cada sensación, cada sentimiento.

Cuidaos y procurad ser felices.

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Julio Cortázar, fragmento de Rayuela (Cap. 7) Seguir leyendo «Toco tu boca»