Hay días en que el tiempo meteorológico, el aspecto del cielo y del día, parece que condiciona también el espacio interior, igualmente oscuro, triste, nublado; días en que el espíritu se refugia en la melancolía, la nostalgia, la apatía y gusta igualmente de disfrutar o sufrir poesía igualmente melancólica, desgarrada o triste.
Hoy, uno de esos días, mi espíritu empatiza con esta poesía de Julio Cortázar titulada «El Futuro».
Sin más comentarios, escuchadla o leedla si os apetece.
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El Futuro
(Julio Cortázar)
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro,
ni allí fuera,
No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.