A un joven versificador


 A UN JOVEN VERSIFICADOR

Nada te importa la verdad,
y eso no basta para ser poeta.

Para ganar las cimas del Olimpo
confías en tus amigos:
tantos y tan tontos
que acabaron metiéndote en sus antologías.

¿O lo hicieron adrede?
En cualquier caso,
merced a sus esfuerzos
tu estupidez —antes
celebrada tan sólo entre iniciados—
ya es pública y notoria.

Dales las gracias, pero desconfía.

.

Ángel González

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