Al igual que los molinos de La Mancha, los nuevos gigantes de la sierra no dejan de hacer aspavientos agitando sus brazos, tratando de evitar que la taimada niebla los engulla suave y silenciosamente.
Sus brazos, como colas de lagartija, no dejan de moverse aun después de separados de sus cuerpos.
Haciendo caso esta vez a los sabios consejos de Sancho, los nuevos Quijotes eluden el cuerpo a cuerpo y los atacan disparando sus cámaras desde la distancia.
Los nuevos gigantes vienen pegando fuerte y será difícil hacerles frente
Besos
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Son amigos, hay que cuidarlos como tales. Besos, Margui.
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Siiii, pero me duelen los ojos cuando los miro, no lo puedo evitar Jjj Besis
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Son amigos pero muy brutos, haciendo algunos destrozos y jodiendo el paisaje, daños colaterales que habría que evitar.
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