¿Es verdad que la vida es bella?

Será cierto que la vida es bella, al menos en determinadas épocas, en determinados momentos o para determinadas personas que pueden disfrutar de ella con total libertad y medios y la vida les sonríe en todos los aspectos.

Pero cuando tienes el corazón encogido, los ojos con lágrimas y ves lo angustiosa que resulta la vida para muchísima gente, dudas de que la vida sea bella.

Cuando a tu alrededor, las personas cercanas son víctimas de las miserias de la vida, se hunden económicamente, laboralmente, lo que lleva a cambios profundos  y nada positivos en su vida, dudas de que la vida sea bella.

Cuando además, personas muy cercanas, vecinas, amistades, van cayendo víctimas de enfermedades graves, la vida no te parece tan bella.

Cuando ves que una persona amiga, alguien a quien aprecias y quieres,  a pesar de no haberte llevado especialmente bien con ella, va degradándose día a día, cuando ves que el fin está cercano, se te encoge el corazón.Cuando a esa persona te gustaría decirle lo mucho que la aprecias y quieres a pesar de nuestras diferencias pero no te atreves a decírselo porque sabes que lo va a interpretar como forzado por la situación, por la pena,  y piensas que la alternativa, por desgracia próxima, será decírselo a la familia, si te atreves a hacerlo con sinceridad por tu miedo a que sea visto como hipocresía, la vida entonces no te parece ya bella.

En esos momentos te das cuenta de que la vida es muy breve y desaprovechamos los momentos para disfrutar de las relaciones personales, para expresar nuestros sentimientos positivos en lugar de buscar la confrontación o de entorpecer ese trato por cuestiones sociales, por prejuicios, de tragarnos esos sentimientos por el «bien social», por majaderías en suma; te das cuenta de la brevedad de la vida y de la mierda en que la convertimos.

Si para colmo, la amistad más íntima, profunda y sincera, esa amistad de confidencias, de confianza total donde podías expresar tus sentimientos, compartir dudas, penas, alegrías, miedos, ilusiones y proyectos, si para colmo, decía, esta amistad se interrumpe por condicionamientos sociales, por asuntos ajenos a la propia amistad, entonces te sientes ya abandonado, hundido, convencido de que la vida es pura mierda, que el único momento correcto para expresar sentimientos es el momento de la muerte, cuando además no se distinguen los lamentos hipócritas de los sentidos, las alabanzas sinceras de las adulaciones o del querer quedar bien ante los demás.

Ves que la vida dista mucho de ser bella y derrotado te resignas a una vida superficial, sin crear ni crearte problemas, hablando de las cosas sin importancia que son habituales y consideradas correctas, tragándote los sentimientos en espera del momento mortuorio apropiado para decirlos de palabra o de pensamiento sobre sus tumbas o a sus familiares y amigos, expresar entonces todo lo que has callado a esa persona,

Imaginas que también en tu caso habrá quien diga a tu familia lo mucho que te apreciaban o querían, la maravilla de persona que eras, o te lo dirán de palabra o pensamiento sobre tu tumba.

Aunque también sabes, recuerdas, que la vida era bella antes, que merecía la pena vivirla y tratas de recuperarte, tratas de pensar en positivo, de pensar en tu familia y amistades, en las personas que te esperan, que esperan tu sonrisa y ánimo, sabes que debes seguir con la vida socialmente correcta y hasta piensas que, con un poco de suerte, vas a poder expresar tus sentimientos sinceros antes de que sea tarde.

Para todas esas personas y para mi, esta bella «balada triste de trompeta»