Un día la madre tierra, malherida por las guerras, esquilmada en sus recursos, sucia de odios, ambición, venganzas, hastiada de corrupción y abandono, avergonzada de su penoso aspecto entró en una profunda depresión.
En la soledad de su amarga noche levantó al cielo los ojos y con sorpresa y admiración primero, con envidia y rabia después, contempló una hermosa y radiante luna llena, reina del cielo y de la noche, atrayendo la atención y admiración de los terrícolas que la miraban embelesados y le dedicaban bellos poemas, quedaban largas horas como hipnotizados bajo su influjo.
Esto removió sus entrañas haciéndola sentir celos, como la malvada madrastra del cuento al ver a su hija dotada de la belleza y cualidades que en ella escaseaban cada vez más y juró venganza, tenía que acabar con su belleza y virtudes.
Así que cuando la luna lucía más bella y radiante que de costumbre, la amargada tierra comenzó a interponerse entre la luna y el sol para que no le llegasen sus rayos y así acabar con su esplendor y por tanto con la admiración de los terrícolas y con el influjo que Selene ejercía hacia ellos.
Su sardónica sonrisa iba llenando su cara al advertir que la luna iba palideciendo y cubriéndose de lo que ella interpretaba como sangre.
Pero con infinita rabia fue descubriendo que lejos de olvidarla, los terrícolas miraban con más atención y admiración a aquella, ahora en penumbra, luna llena; y para colmo descubrió que lo que ella pensó era sangre se trataba de un bello manto carmesí con el que Selene se cubría y abrigaba, resultando su belleza más espectacular que antes, a pesar de la penumbra y que todos los terrícolas contemplaban fascinados.
Aquello acabó con sus ganas de vivir y hasta con su sed de venganza con lo que se fue abatiendo, encogiéndose sobre sí misma, cayendo poco a poco hasta el suelo, lo que provocó que los rayos del sol fuesen llegando e iluminando a la bella luna, tanto más cuanto más se desmayaba y decaía la tierra, hasta lucir toda ella reflejando los rayos del astro rey.
Ese día tan especial en que la bella luna lució en los momentos de oscuridad su bello manto carmesí, como si de brillante sangre estuviese tejido, dieron por llamar los terrícolas como el día, más bien la noche, de la Luna de Sangre, noche que será recordada por muchos y por mucho tiempo, esa noche del triunfo de la Luna Llena y que dudo que la tierra vuelva a repetir el intento de eclipsarla al menos durante muchos años.
Nosotros seguiremos admirando la belleza y esplendor de la reina de la noche, la preciosa y celestial Selene y recordaremos esa noche, la noche de la Luna Carmesí o Luna de Sangre.
Muy bueno este post me encanta la luna siempre tiene algo especial
Me gustaLe gusta a 2 personas
Que esa luna carmesí te cubra siempre con su amoroso manto protector amalaidea.
Y quizá si estaba más roja de la cuenta habrá sido por el rubor de intuir las palabras que la ibas a dedicar. Te saludo amalaidea.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, Lottar, eres un sol.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pero no era una Luna? Bueno vale, también un sol. Para ti soy lo que quieras. 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
¿Y la luna te ha inspirado para escribir esto? Debe estar orgullosa, deseando volver a cubrirse con el rojo manto para que la mires y vuelvas a decir que es hermosa.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tú debes de saber mejor que nadie que la admiración rara vez tiene dos direcciones, mas qué importa si ella ni siquiera la ha percibido?
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Qué sabrás tú! Esta noche vuelve a mirarla y ya verás como te guiña un ojo.
Contigo creo que la admiración va en los dos sentidos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Vaya, debe de ser que tienes razón y se ha vuelto a poner su manto carmesí para mi pues en el espejo me veo sonrojada.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bonita imagen la de tu sonrojado reflejo, seguro.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Piensa que el rojo sobre el azul hace marrón; bueno, un moreno que gustaría a algunas.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Si,si, pero esa Luna de Sangre es efímera y la Madre Tierra, no (de momento)….beso
Me gustaLe gusta a 1 persona
Luna que trastorna mentes, incita al pecado del alma, a la pasión de los amantes, a olvidarse de quien es uno mismo.
Me gustaLe gusta a 3 personas
A olvidarse de sí mismo o a actuar como uno es, sin condicionamientos sociales.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo siempre actúo como me gusta, no me inclino ante nadie ni sigo credo alguno, paso de religiones y de políticas, bueno no paso de ti que eres una Amalaidea y eso impone un desafío jejejejeje
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, Besta; eso que dices también me impone, je, je.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Esa es mi intención jajajajajaja como bestia salvaje tengo que crear desorden y confusión en ti jejejejeje
Me gustaLe gusta a 1 persona
Y lo haces aunque no eres tan imprevisible y caótico como algunos piensan.
Me gustaLe gusta a 1 persona
vale ya salio la bruja lola con su bola y las velas negras a leerme la mente, vale acepto el reto de que demuestres que no soy ese ser imprevisible y caótico, y te debes a las pruebas y a centrarlas en un post que titularas «desembragando a besta salvaxe» jajajajajajaja
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tanto no, hay que dejar misterio suficiente para mantener aliciente.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Esa postura me gusta ves, ese suspense detrás de unas líneas, el cacareo de la gallina turuleca, el gorrino que corre feliz por el campo, un palpito del corazón, la transparencia de una lágrima, el carnero corriendo detrás de mi para echarme de la finca, tu rostro en las estrellas, una canción.
Me gustaLe gusta a 1 persona