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Unhorno la calle parece
donde todo se recuece
allí se asan los sesos
se secan los besos
se queman los versos
se esconden las musas
se sudan las blusas
se funde la mente
hierve hasta la fuente.
El aire huele a fuego
respirar casi no puedo
necesito urgente riego
pide auxilio mi jardín
iniciando ya un motín.
La temperatura sube
en el cielo ni una nube
en auxilio nuestro acude.
En el agua están los patos
bien a la sombra los gatos
así que siendo sensatos
y aplicando la razón
agua y sombra buscaremos
puesto que no queremos
una deshidratación
o una gran insolación.
En casa como prisión
quiero el frío retener
cerrando bien las ventanas
mas el condenado escapa
para él no existe tapa
que lo mantenga encerrado
y se aleja de mi lado
quiere en la calle perderse
juntarse en lasciva unión
con una brisa caliente
cuyo ardor tan cerca siente
ya nota que se le sube
su propia temperatura
la cosa está muy dura
si sigue esta situación
pues del tórrido verano
ese fulano malsano
soez, burlesco y dantesco
no parece su intención
quedarse con viento fresco.
Amalaidea 
Aplausossssss, divertido, espontaneo, lindo homenaje al verano!
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Gracias, Verónica; se trata de aplicar el refrán: «al mal tiempo buena cara», sacar algo fresco del horno. Un abrazo.
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Olé ! Hasta me ha dado sed 🙂 Un abrazo !
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Pues agüita y sombríta; con 37 grados a las ocho de la tarde, imagínate, y eso en el norte donde dicen que hace frío. ¡Un abrazo! (fresquito)
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