Cada momento es único e irrepetible y en cada momento somos personas distintas, únicas e irrepetibles.
Los momentos se suceden, a veces muy similares, otras completamente distintos pero siempre, parecidos o no, son distintos y no se pueden repetir exactamente iguales, siempre habrá una pequeña o gran diferencia.
Igualmente las personas somos, aunque las mismas, diferentes en cada momento con pequeños o grandes cambios a cada instante, nunca somos ni podemos ser iguales que en un pasado, aunque haya transcurrido un solo segundo, aunque la diferencia sea mínima.
Nos asemejamos a las rosas: a cada instante una misma rosa es diferente en aspecto, cambiando su forma, su fragancia e incluso su color, diferencias que quizá no apreciemos hasta pasado un tiempo mas extenso pero que se efectúa instante tras instante.
Como sucede con los instantes tampoco podemos reproducir una rosa; será de la misma variedad, del mismo o parecido color, equiparable en belleza y en aroma e incluso superada pero nunca será ni la misma ni exactamente igual.
Siendo esto así, no podemos volver a repetir un determinado momento o situación aunque podemos intentar que sea lo más parecido posible a aquél que intentamos reproducir pero siempre será una imitación más o menos fiel del original.
Debemos también tener en cuenta que las personas nunca somos iguales que en el pasado, siempre habrá una diferencia sutil o importante en nuestra forma de ser, de actuar o de pensar, por lo que tampoco podemos juzgar en el presente con la misma medida que cuando sucedió el hecho juzgado sino que deberemos tener en cuenta sus cambios en ese tiempo transcurrido así como los experimentados por nosotras mismas.
En consecuencia aprovechemos cada instante, apreciemos a las personas como son en cada momento ya que nunca se repetirán ni serán iguales aunque, por supuesto, pueden llegar momentos mejores, más felices y las personas encontrarnos con mejor disposición, más encantadoras.
–ooOoo–
Al hilo de estas reflexiones, traigo aquí una bonita historia sobre Buda entresacada de
http://pacomova.eresmas.net/cuentos_clasicos_india/
NI TÚ NI YO SOMOS LOS MISMOS
El Buda fue el hombre más despierto de su época. Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la compasión. Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo.
Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina, con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo. El Buda se dio cuenta de lo sucedido permaneció impasible, sin perder la sonrisa de los labios.
Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente.
Muy sorprendido, Devadatta preguntó:
–¿No estás enfadado, señor?
–No, claro que no.
Sin salir de su asombro, inquirió:
–¿Por qué?
Y el Buda dijo:
–Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando me fue arrojada.
(*El Maestro dice: Para el que sabe ver, todo es transitorio: para el que sabe amar, todo es perdonable.)
Qué palabras más hermosas. ❤
Muchas gracias por compartirlas
Saludicos 😉
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Esto me trae a la memoria una frase importante par mí.
Un minuto en la vida no se vive dos veces.
Saludos.
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Es cierto cada momento es único e irrepetible…Habrá que saber aprovechar mejor…saludos
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Bruji, gracias por tu comentario; como dices debemos vivir y aprovechar cada momento, a veces nos perdemos tontamente momentos bellos e irrepetibles. Ojalá aprendamos a no desperdiciarlos. Un gran abrazo. (Otro detalle o momento irrepetible)
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Uhmm!! Me encanto éste momento del abrazo, otro muy fuerte y que te llegue al alma para ti.
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Ya sabes Bruji que tus apariciones son unos de esos momentos bellos e irrepetibles. Este es tu blog, sin ti no hubiera comenzado y aunque te siento presente en la sombra tus apariciones son un verdadero placer.Correspondo al abrazo desde el fondo de mi alma.
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Me ha dejado pensando la frase final… Y sigo pensando en ello. Hermosa entrada, Amalaidea; gracias ❤
Buen fin de semana; abrazo grande.
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Gracias Loretta, por tu apoyo y tu comentario. Feliz fin de semana también para ti. Un abrazo.
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No tienes porqué darla, mujer. Besote y abrazo; muchos cariños.
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Yo te empujé pero tú eres quien escribe. El mérito es tuyo….gracias a ti por todo lo que me has ayudado siempre, eres de esas (personas) que ofrecen una amistad y un apoyo incondicional…besitos.
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Querida Brujita, haces que me ruborize, ya sabes que soy una persona muy tímida y poco dada a efusiones pero debo reconocer que recibes mucho menos de lo que mereces pues es mucho lo que te debo y mucho el apoyo y el cariño que me has demostrado. Recibes una mínima parte de lo que has sembrado. Besos.
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Así es, EFE, no debemos olvidarlo. Saludos.
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