Gracias por aceptar mi ayuda

Cuando hacemos un favor o ayudamos a alguien sin habérnoslo pedido, lo hacemos, o debemos hacerlo, sin esperar nada a cambio, lo que quiere decir que esa persona nada nos debe y si además es alguien a quien queremos o apreciamos no sólo no nos debe nada, ni el agradecimiento, sino que además somos nosotras quienes debemos estarles agradecidas por haber aceptado esa ayuda, ese favor, ya que es algo que no sólo nos resulta gratificante sino que además es algo que necesitábamos hacer.

Igualmente cuando tenemos confidencias con ellas no debemos pensar que ellas están obligadas a hacer lo mismo con nosotras; esperamos la reciprocidad pero ésta es libre. 

Es algo que no debemos (no debo) olvidar.

Cuando nos encontramos hundidas, necesitadas de ayuda, de una mano amiga, de un mimo o unas palabras de ánimo, inconscientemente esperamos que esa o esas personas a las que hemos tendido la mano, a quienes hemos animado, a quienes hemos dado mimos, actúen con nosotras de la misma forma como nosotras lo hemos hecho con ellas.

Es ahora cuando debemos recordar que no nos deben nada por mucho que nos parezca lógico, que no tienen ninguna deuda con nosotras ni ningún deber de ayudarnos.

Es duro, duele muchísimo que, sabiendo nuestra situación, no actúen como lo haríamos nosotras, no tiendan su mano amiga, no tengan unas palabras de ánimo pero no podemos echarlas nada en cara, como mucho podemos pensar que su amistad no era tal como pensábamos, aunque también en eso podemos estar equivocadas.

Es muy duro pero debemos recordar que seguimos teniendo que agradecer que en su momento nos hubieran dado la oportunidad de hacer algo que necesitábamos, que nos agradaba, demostrar nuestro afecto y cariño hacia ellas.

Así que deberemos seguir con la norma: «trata a las demás personas como te gustaría que te tratasen a ti» pero sin esperar «y viceversa» aunque agradezcamos que ese viceversa llegue.

Gracias a todas esas personas que han admitido mi ayuda, mis mimos, que han dejado que exprese mi afecto y mi cariño, que han aceptado mis regalos, que me han permitido hacer aquello que tanto deseaba.

¡¡Gracias, de todo corazón!!